domingo, 25 de noviembre de 2012

Borra todo el pasado


Tus gélidos inviernos
a mi alma acudieron,
buscando una respuesta
a esos enigmas
que esa enigmática
oscuridad esconde.

Pálidas gargantas
sedientas de sed,
a recónditas arboledas
disimuladamente,
atraviesan aquello
que creíamos imposible.

Lo que buscan
alrededor de la negra
oscuridad, son unos colmillos,
que sepan el remedio
de como borrar de mi alma,
los signos de un pasado
que a la luz no quiere salir.

Oh amada eternidad,
ayúdame a que ese dolor,
que me mantenía en flote
entre las tinieblas, nunca
se hunda; entregame tu sangre,
y de estas embriagadoras
rojas rosas, nunca te alejes.

Imagen extraida de la página Dragoart

viernes, 16 de noviembre de 2012

Tus sangrientos besos

Para sobrevivir entre mundos
vestidos de tinieblas,
lo único que en vida aún
me mantiene, es alimentar
mi gélida alma, con tu dulce
y embriagadora sangre.

Me sabe tan bien cada gota
de tu eterno cáliz, derramarse
muy lentamente, por mis pálidos
labios, que me lleva arrastrando
hacia unas ardientes tinieblas
de las que nunca salgo.

Oh grisáceas lápidas,
abrid vuestras impenetrables
puertas y junto a una fría
y roja desnudez, llevadme;
bajo la luna llena, quiero sentir
ascender hacia su oscuridad.

Y sus afilados colmillos,
deseo verlos clavarse
muy poco a poco, en mi cuello;
por favor, bajo este anochecer
teñido de sangrientas espinas,
deseadme, y para toda
la eternidad, os poseeré.

Imagen extraida de este link

lunes, 12 de noviembre de 2012

Esclavo de un sangriento juego


Esclavo de rojas pasiones
sin luna llena, que las embriague,
convive su alma, soñando
con un presente, que adentro
de su gélida alma, por siempre,
adentro de su pasado retuvo.

¿Quién sabe, des de que tal
congelado cuerpo, por solitarios
caminos, pintados de vacíos
inviernos, cuando la noche a
tus blanquecinas sábanas,
acuden, porque de inocentes
seres, te alimentas?

Ardientes en deseos,
de darles tu beso de la muerte,
para ti la sangre, en tu dulce
droga, cada anochecer, se
convierte; a un juego inmortal
lleno de placer y dolor, del que
parece imposible de escapar.

Pero como siempre, tu corazón,
inquietamente palpita, sin lograr
dominar sus ardientes deseos,
de clavar sus afilados colmillos,
sobre jóvenes y irresistibles
brazos, que a mi vienen,
para que la vida eterna, les de.

Imagen extraida Luis Cordero

lunes, 5 de noviembre de 2012

Ataca a mi eternidad


La oscuridad llega
mi sed se desborda
vienes cada noche
de frío invierno
a atacar mis rojos
ríos, que de forma
inevitable, pintados
en su piel, están,
del color de la muerte.

Cada rincón de tu gélida
piel conozco,
de las profundidades,
un ardiente infierno,
por minutos asciende
alrededor de murciélagos
que testigos quieren ser
de tal feroz acto de placer
y dolor que de la mano,
ambos van cogidos.

Aquí me tienes y
provoca en mi
un apetito sexual;
entrega a estas dos
congeladas garras,
lo más eterno, que en ti
existe, tu inmortalidad.

Una luna llena tras otra
en mi soledad, espero,
a que tus afilados colmillos
en mi cuello, atraviesen,
y me digan lo irresistible
que es poder alimentarme,
alrededor de los muros
de este ataúd, de ti;
por favor, de mi no te alejes.