Somos oscuras poetas

La oscuridad somos
en medio de sangrientos
poemas, que tras negros
mantos, a su dueño esperan.

Entre oscurecidos valles
a la luz de la noche, afilados
colmillos vagan en la búsqueda
de esos congelados inviernos
que eternamente dejen marca.

Sigilosas van buscando
esos rojos poemas pintados
con sangrientos labios,
que intensamente, nuestros
corazones esperan atravesar.

-"Oh eterna luna llena, cada
noche ayúdame a conservar
entre tantísimos libros, aquellos
versos, que desde las profundidades
de mi pálida piel, quiso pronunciar.

Una respuesta a tales cautivadoras
palabras llenas de perpetuos mausoleos
fragantes y llenos de pétalos de rosas,
es lo que esperamos todos saber".

Tu sangriento final

-"Tus insignificantes días como mortal
mis afilados colmillos les dará un final.
 

Lentamente, de tus rojas gotas
de sangre déjame beber y negros
anocheceres a tu hermoso
y sensual cuerpo, le entregaré."

-"Oh si, como afiladas espadas
sobre mi desolada alma, los sentí
clavarse, alejándome de todo
aquello de esta oscura irrealidad.

A tus frías sábanas sin dueño
un oscurecido amor repleto
de eternidad, pintalas por favor."

-"Tus obscuros túneles, sus deseos
bajo la luna llena, serán cumplidos.

Transformada se verá tu mortalidad
en otra muy llena de eternidad."

Este sangriento balcón

Al hermoso y fragante rosal

que cada anochecer, tu oscuro

balcón decoran, asomate.

Esos oscurecidos versos

que bajo eternas lunas

llenas, mis pálidas manos

escriben, en sangrientos

besos repletos de pasión,

por favor, transformalos.

Hacia tus gélidas sábanas

que un olor a muerte desprenden

arrástrame, por favor.

Pinta tus desnudos rojos pétalos

de unas inmortales gotas de sangre

que bajo la luna llena se necesitan.

Oh, clava tus afilados colmillos

en mi cuello y lentamente

siente recorrer la inmortalidad

sobre tus fríos inviernos.

¿Por que?

¿Porque arrancaron de nuestro
azulado cielo nuestras amadas
y tales veneradas almas?

Enigmática pregunta es
vestida de oscuridad.

Lo único que puede iluminar
tal oscuro manto, tantisimos
ríos de dolor, esas velas
son quienes la iluminan.

Por todos sitios os busco
sin encontrar ni un rastro
de esa felicidad, que de pronto,
en pequeños trozos rompieron.

Por favor, en algún rincón
de este recóndito lugar
protegednos y ayudadnos
a poder siempre sobrevivir.

Se han cumplido 9 años de los atentados del 11 Marzo de los trenes de Atocha y he escrito este poema como señal de apoyo a todas las víctimas del atentado y a todos sus sobrevivientes. Mando mucha fuerza y animos a todas sus familias. ¡Nunca les olvidaremos!