lunes, 30 de diciembre de 2013

Vacío me siento

 

Vacío está mi cuerpo
en medio de estos fríos
muros que en mi sombría
cárcel de dolor se convirtió.

Durante largos siglos
tu hermoso ser buscaba,
pero no lo encontraba.

 Como la luna llena
que a las estrellas quería
abrazarte, pero la oscuridad
de ti quería alejarme.
 
Bajo este bello y hermoso
anochecer deja que mis afilados
colmillos tu cuello traspasen.

De lo eterno, entre congeladas
sábanas deja que forme parte.


viernes, 20 de diciembre de 2013

Te estoy buscando

 

Oh, sombria y enigmática
elegancia negra y elegante
como la noche, ¿porque solitaria
entre mojadas tormentas
tu hermosa eternidad vaga?
-la oscuridad preguntó.

A una dulce y sangrienta
princesa de lo eterno,
sin parar, bajo eternas
lunas llenas, estoy buscando.

En ruinas mi congelado
corazón está, que buscando
todavía está a esa pura sangre
que durante siglos tanto amé.

Interminables guerras, que al ritmo
de negros anocheceres cavalgamos,
terminaron por destruir nuestro reino.

¿Oh negro y oscuro manto,
alguna gota de sus rojizas venas
durante tanto tiempo, derramada fue?

jueves, 12 de diciembre de 2013

Oh,adéntrate en mi

 
Antiguas ruinas, profundas
como tu congelada inmortalidad,
en tus azulados ojos, en tu rojiza
muerte escondidas están.

Por favor, bajo ennegrecidos
anocheceres vestidos de muerte
de tus elegantes ropajes,
sin miedo, ante mi despojate.

Bajo una luna llena teñida
de roja sangre, entre gélidas
sabanas con olor a fragantes
rosas, en mi cuello tus afilados
colmillos deseo sentir como poco
a poco se van adentrando.

Entre  grisáceas lápidas
y solitarios mausoleos
muy llenos de terror
por favor, adentrate.
 
Ese escalofriante y ardiente
dolor, sobre mi inmortal cuerpo,
lentamente, déjalo marcado.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Desangrándose en su piano

 
Afuera en lo alto
de este ennegrecido
bosque, bajo un oscuro
anochecer, un entristecido
piano empieza a sonar.

Lágrimas de sangre
sobre sus elegantes
notas, poco a poco
de rojo se tiñen.

¿Como ansiosamente,
tal inevitable dolor, que
en tu gélido corazón no deja
de palpitar, a cuáles sangrientas
espinas, de nuevo, deseas abrazar?

Del dolor de una negruzca
oscuridad se van cubriendo
hasta llegar a marchitarse.

Esta noche de luna llena
tu dulce sangre, tan irresistible
como el vino, entregamela.

Todo el rojizo líquido, que a
través de tus congeladas venas
estás perdiendo, prometo devolvertela.