sábado, 24 de mayo de 2014

Una sangrienta guerra

Oh Oscuras y tenebrosas alas
al anochecer, tus más negros
y sangrientos secretos al
descubierto ves dejando.

Sobre negruzcos mantos
desmesuradas guerras
de color rojo tiñelos.

A esa luna llena que cada
noche tus afilados colmillos
gobiernan permiteme pertenecer.

Entre tus fragantes pétalos
repletos de pinzantes espinas
lentamente, déjame abrazarlas
y el escalofriante frío
de tu ser poderlo sentir.

Oh amada mia, mi dulce y roja
sangre sobre tus negros labios
y por tu pálida piel, poco a poco,
deja que lentamente navegue.

Imagen del dibujante Rick Ritchie

domingo, 18 de mayo de 2014

¡Que sangriento placer!


Oh que sangriento placer
tu rojo líquido a través
de mi solitaria y vacía
inmortalidad me provocas.

Mi pálido cuello embriagado
por negruzcos anocheceres
atraviesas,lentamente saciando
tu sed de eternos sueños.

Por favor, a esta solitaria
alma vestida de negras tinieblas
abrazate y deja que el calor
de las tinieblas nos acogan.

El claro azul de esa mirada
que inquietamente me observa,
de rojiza sangre tiñela.

Y con el embriagante olor
de rojizos y negros pétalos
de rosas, juntos adentremonos.

sábado, 10 de mayo de 2014

¿Cuantos cuellos mordiste?

 
Sangrientos y desgarradores
como la negruzca y penetrante
noche son tus afilados colmillos.
 
Cada vez que de ese frío
y desolado ataúd despiertan
en tu garganta una inmensa
sed de sangre se despiertan.
 
Esa desolada y vacía humanidad
que olvidada en lo eterno está
en una dulce y embriagadora
inmortalidad se convirtió.
 
Cada noche de luna llena
a muchos cuellos mordiste
y de su sangre bebiste,
pero como el rojo líquido
de tu amada nunca olvidaste.
 
Y por negruzcos bosques
bañados de dolor te preguntas
donde se encuentra escondida.