Oh mortal que bajo
noches sin rumbo
vagas,bajo la luna
llena todo tu ser
entregamelo.
Cada diminuta
y roja gota de tu
sangre,sin miedo
hacia la inmortalidad
déjame probarla.
En cada parte de mi
vacío ser quiero sentirte
y saber si el cerrar
los ojos ante el terror
que hago despertar
vale la pena o no.
Los palpitos de tu
sangrante corazón
tras congelados
inviernos refugialos
y permite que sientan
mis afilados colmillos
clavarse en tu piel.
A la misma oscuridad
prometo que tus solitarios
momentos entre mi elegante
ropaje abrigo daré y no
permitiré que de mi lado
nunca te alejen.
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