Venerada sangre,
como un oscuro tesoro
muy en el interior
de tus rojizos
túneles,muy adentro
se encuentra.
Lentamente,de cada gota
permiteme alimentarme;
esta sed insoportable es,
muy intensamente
no para de palpitar.
Tanta desnudez
fría y congelada
como el fragante
pétalos de una rosa
entre desoladas lápidas
al descubierto dejemosla.
Ardientes lenguas
por nuestros saciantes
y congelados inviernos
se adentran sintiendo
afiladas espinas clavarse
entre tal saciante inmortalidad.
Oh afilados colmillos
entre sangrantes ríos
naveguemos y bajo
los fríos muros de nuestro
particular castillo
juntos gobernemos.
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